Henry Rodríguez Zabala ha sido un ejemplo de esfuerzo y dedicación. A lo largo de toda la secundaria, enfrentó varios obstáculos, pero nunca dejó de luchar por su sueño de ser un estudiante destacado. Gracias a la Fundación Niño Feliz, consiguió no solo pasar con excelencia, sino también obtener un pase directo a la universidad politécnica.

«La fundación ha sido esencial para lograr todo esto. Me apoyaron con materiales y recursos que me permitieron estudiar y alcanzar este gran logro. Sin su ayuda, no lo hubiera conseguido», expresa Henry.

El papel de su madrina, Lourdes Gómez Gil, ha sido fundamental. «Mi madrina me dio apoyo constante en mi vida y mi carrera estudiantil. Le debo mucho de este éxito», comenta Henry, reconociendo la importancia de tener a alguien que cree en él.

Para Henry, la Fundación Niño Feliz no es solo una organización que apoya a personas de bajos recursos. «Es un semillero de gente exitosa, de campeones. Nos enseña a guiarnos hacia el futuro», reflexiona.